Adicción al tabaco: cumple de una vez con tu propósito de dejar de fumar

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Adicción al tabaco.

Cumple de una vez con tu propósito de dejar de fumar.

Cuando descubrimos que alguien nos ha mentido, nos indignamos y sabemos con certeza que será sumamente difícil volver a confiar en esa persona. Sin embargo, cuando nos auto-engañamos, más o menos conscientes de ello, convertimos esa mentira en verdad y actuamos en consecuencia. Y de eso, sabemos bastante los fumadores.

 

Y tú ¿qué tipo de autoengaño utilizas para NO dejar de fumar?

El negador.

“Falleció de cáncer al pulmón y no había pasado ni cerca de un cigarro en su vida”.

“Fumó desde los doce años, y falleció de un infarto mientras dormía a los 92 años”.

El compensador.

“Fumo, pero entreno duro cinco veces a la semana”.

“Fumo, pero como sano y no bebo alcohol”.

El futurista.

“Ya lo dejaré cuando quede embarazada”.

“No es el momento; estoy bajo mucho estrés. Ya llegará el día indicado”.

El superado.

“Soy un fumador social, no tengo la adicción. Lo dejo cuando quiero”.

El psicólogo.

“Conozco muchos que han dejado el tabaco y lo han sustituido con la adicción a la comida u otras drogas”.

 

Más allá de lo arbitraria que pueda ser la clasificación, los fumadores sabemos de cuánta popularidad gozan estas excusas (y otras tantas). No somos necios o mitómanos compulsivos; simplemente, padecemos una adicción al tabaco de la que no podemos salir y hemos aprendido a manipularla para que parezca menos mala. Sin embargo, nuestro entorno ya no nos cree. Sólo hemos conseguido acostumbrarlos a las mil maneras que hemos diseñado para sostener lo insostenible.

 

 

¿De verdad nos creemos lo que decimos?

Nos prohíben fumar cada vez en más sitios. Cada vez tenemos menos cómplices para compartir el humo. Y en esto de la prohibición, hemos tenido que aprender a tolerar el frío, el calor, los espacios reducidos, la discriminación constante y la soledad. Cada vez son menos los que nos miran compasivamente y más los que lo hacen con cierto asco.

Es que nada bueno tiene el hábito de fumar
. Entre otras cosas, fumar nos envejece, nos quita capacidad pulmonar, nos arruina la dentadura, olemos mal, nuestra ropa huele mal y, por si fuera poco, sabemos que nos va robando años de vida. Aún así, no hay estadística a la que no le hayamos encontrado una justificación: “Es que el hombre fumaba cuatro o cinco cajetillas por día…” o la más penosa: “Pues de algo habrá que morir”.

 

Es posible que lo más complicado sea aceptar que no podemos solos. Pero somos nosotros los únicos responsables de tomar la decisión y cumplir, de una vez por todas, con ese propósito de abandonar para siempre el maldito tabaco. ¿Por qué? Aquí otro puñado de razones.

 

Según la OMS, las cinco principales causas de muerte en el mundo son:

  • Cardiopatía isquémica.
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • Infecciones vías respiratorias inferiores.
  • Cáncer de tráquea, bronquios y pulmón.

 

Claro que el tabaquismo no aparece en la lista. No aparece porque estrictamente no constituye una causa clínica de muerte. Es decir, el tabaquismo nunca aparecerá en un certificado de defunción. El problema realmente es que el consumo de tabaco sí constituye el principal agente causal de todas y cada una de las enfermedades y patologías de muerte mencionadas.

 

También existen mitos (fantasmas) que tienen su peso específico en la mente de las personas que están por tomar la decisión de abandonar el tabaco; entre ellos el aumento de peso o el miedo a fracasar nuevamente en el intento. Sin embargo, aunque esas premisas fueran exageradamente ciertas, dejar de fumar seguiría siendo la decisión más saludable. Hablaremos de esto en un próximo artículo.

 

Encuentra tu razón para dejar el tabaco.

No importa si suena importante o liviana. Hazla tuya, conviértela en tu motivación y recuerda que el primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te mueve de donde ya no quieres estar. Para acompañarte en este viaje hacia lo saludable, están los especialistas de Psicologiaespecializada.es. A propósito de ello, Manel Colomer, director de la consulta, nos señala algunos pasos necesarios para superar definitivamente la adicción al tabaco:

  • Terapia cognitiva conductual.
  • Psicoterapia individual.
  • Medicación para ayudar a reducir el tabaco hasta cero.
  • Terapias de grupo semanales.
  • Prevención para evitar recaídas.      
  • Control de los impulsos.
  • Deshabituación.

 

Muchos ya lo dejaron definitivamente. Otros ya tomaron la decisión y están en ese camino. Decídete a cumplir de una vez por todas con tu propósito de vivir una vida libre de humo. Ganarás en calidad de vida.

 

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