La codependencia, el “lado b” de las adicciones

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La codependencia es el ciclo de formas de conducta y pensamientos disfuncionales que originan sufrimiento y que además se repiten de forma compulsiva en respuesta a una relación de tipo enfermizo con un adicto/a, la cual puede ser desarrollada en una persona que tiene contacto directo con la adicción de otra, sin importar el tipo de vínculo establecido.

La persona codependiente pierde el control de su vida e invierte toda su energía para cuidar, corregir y salvar a un adicto/a. Se involucra en sus situaciones de vida conflictivas, sufre, se frustra ante sus recaídas, e incluso llega a adquirir características y conductas parecidas a las del propio adicto/a. Ahora bien, el padecimiento no sólo se relaciona con las personas adictas a sustancias sino también con personas que presentan comportamientos obsesivo-compulsivos en relación al trabajo, al juego o a las compras, al sexo, etc.

“Los codependientes se caracterizan por estar tan preocupados y absortos en tratar de rescatar, controlar, proteger y/o cuidar al otro/a, que en el proceso encaminan sus propias vidas hacia el caos. La conducta codependiente se caracteriza por tener un efecto contraproducente lesionando tanto al ‘ayudador’ como al ayudado”.  Extracto del libro Querer no es Poder de Washton y Boundy.

 

¿Qué siente el/la codependiente respecto al adicto/a?

 

Entre otras cosas, que sólo gracias a su intervención el/la adicto/a podrá salir de sus problemas. Con esta perspectiva, la persona codependiente se “engancha” a ese comportamiento e incluso desarrolla conductas similares a las del adicto/a. Cuidar al adicto/a es lo que da sentido a la vida del codependiente. Tienen un impulso irracional de hacerlo, aunque el otro no lo pida y/o no lo necesite.

No obstante, también sufren el fantasma del abandono; es decir, cuando la persona que padece la adicción ya no les necesita, entonces también se convencen de que ya no les quiere. Su auto-concepto depende de lo que el/la adicto/a y los demás piensen de él o ella. Incluso la imposibilidad de complacer a los demás es percibida como una deficiencia personal. Por todo esto, la codependencia hace que la persona ceda en gran parte su identidad, su autoestima y su felicidad en pos del bienestar de su familiar adicto y resulta imposible estar bien sin que el/la otro/a lo esté.

 

El/la salvador/a que necesita ser salvado/a.

 

El familiar del adicto/a rara vez acude a los servicios de salud buscando ayuda para sí mismo/a. No obstante, la verdadera ayuda al adicto/a sólo puede lograrse si el familiar trabaja sobre su propia codependencia o sobre los estilos de relación inadecuados que ha establecido con la persona adicta. Esto ocurre cuando el familiar comienza a poner el foco en sí mismo/a, entiende que no es culpable de la conducta del otro/a y comienza a poner límites.

Si bien todo se lee bastante simple -y bastante lógico-, suele ser un proceso que lleva tiempo. En este sentido, el apoyo de otras familias en recuperación resulta sumamente importante porque ayuda al codependiente a identificarse, reducir el estrés, la culpa, la ira y la sensación de soledad, a la vez que incrementa la autoestima y facilita el afrontamiento a la situación.

 

Según Charles Whitfield, la codependencia tiene al menos 12 características:

 

  • La codependencia es un desorden aprendido y adquirido.
  • Es evolutivo.
  • Es centrado exteriormente (hacia o en el otro).
  • Es una enfermedad en la que se pierde el sentido de sí mismo.
  • Tiene distorsiones en los límites personales.
  • Es un desorden emocional, manifestado especialmente por un vacío, una baja autoestima, vergüenza, miedo, enojo, confusión e insensibilidad hacia sí mismo/a.
  • Produce dificultades en las relaciones intrapersonales.
  • Es un desorden primario.
  • Es crónico.
  • Es progresivo.
  • Es maligno.

 

Tratamiento y recuperación de la codependencia.

 

Así como la adicción a las sustancias o los comportamientos adictivos se pueden tratar, la codependencia también es tratable y la recuperación es posible. Así lo afirma Manel Colomer, quien junto a un equipo multidisciplinar de profesionales que conforman el Centro de Psicología Especializada, abordan el tratamiento personalizado desde el enfoque de la terapia cognitivo conductual.

Entre otras cosas, el tratamiento del paciente con codependencia se centra en:

  • Construir su valoración personal.
  • Mejorar su seguridad en sí mismo/a.
  • Establecer expectativas realistas en todas las situaciones.
  • Reforzar los criterios personales en la toma de decisiones.
  • Aprender a poner límites saludables.
  • Gestionar sus distorsiones cognitivas.

 

Equipo Terapéutico

Equipo multidisciplinar especialista en adicciones constituido por Psiquiatras, Médicos, Psicólogos, Enfermeras, Terapeutas, Trabajadores y Educadores Sociales y Monitores.

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